viernes, 16 de enero de 2009

MUERTE A LA INOCENCIA/ ANTONIO PEREDO LEIGUE

Muerte a la inocencia!
Por: Antonio Peredo Leigue
Fecha de publicación: 16/01/09



Mientras la crisis económica tiende una atmósfera de incertidumbre en todos los países, o tal vez aprovechando esa circunstancia, Israel sigue acumulando muertes inocentes en su haber. Sin rubor ni inquietud alguna, los personeros del gobierno de Tel Aviv hablan de una guerra justa y de que se están cumpliendo los planes militares en el marco de la legalidad. Sólo hay que esperar que se cumplan los objetivos de la brutal ofensiva sionista.

Mientras la cifra de muertes se aproxima o ya llegó al millar y los heridos, en todos los grados de gravedad, son cerca a 5.000, el ejército israelí sigue aumentando el número de efectivos que invaden la Franja de Gaza y ocupan las ciudades casa por casa. El gobierno de Washington, con el actual presidente y el que comienza en una semana más, no sólo que se declara neutral, con su abstención en el Consejo de Seguridad; aparte de apoyar económicamente la ofensiva, presiona sobre sus aliados para que contribuyan, al menos con sus declaraciones.

Fósforo destructor

Cuando el ejército norteamericano usó fósforo blanco en su guerra contra el pueblo vietnamita, hubo consecuencias muy graves en el equilibrio ecológico. Toda la zona de Indochina sufrió y sigue sufriendo los efectos de las descargas de esa materia, prohibida por las convenciones internacionales.

Pero es más: Israel está utilizando otras armas químicas, también prohibidas en los conflictos armados. No tiene ningún reparo en actuar así, pues los palestinos, desde el punto de vista sionista, son seres inferiores. Como lo son, para ellos, los judíos venidos de Etiopía, que se ven obligados a aceptar con desagrado en el territorio que dominan.

Es cierto que esas armas, que diariamente utilizan en la Franja de Gaza, aparecen en las listas de prohibición. Pero, si alguien pregunta cuál es la sanción por usarlas, la respuesta es: ninguna. Como tampoco hay sanción por desoír las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas e incluso de su exclusivo Consejo de Seguridad.

Es pecado nacer palestino

La tarde del martes 13, dos ataques aéreos israelíes mataron a tres niños que jugaban en Jabaliya, zona norte de Gaza. Otros palestinos murieron en diversos ataques, mientras las tropas sionistas siguen aumentando. Por estas acciones, es evidente que, el gobierno de Israel planea continuar las acciones durante el tiempo que crea conveniente.

Resulta horroroso reconocerlo, pero los ataques aéreos que sufre Gaza, no son otra cosa que una advertencia mortal para que los niños jueguen en la calle.

No tenemos otro paralelo histórico que las políticas nazis, en la Alemania de los años ’30 y ’40 del siglo pasado, que determinaron el exterminio de los niños judíos para impedir que siguiera existiendo esa raza. Es lo mismo que está haciendo el gobierno que preside Ehud Olmet. Lo hace, aún contra la oposición de miles y miles de israelíes que condenan el genocidio que cometen los sionistas.

No es creíble que reivindiquen a Hitler pero, en los hechos, lo están haciendo. Lo único que faltaría es la obligación de llevar un distintivo que los señale como palestinos. Tal vez, la técnica actual permita otro tipo de identificación controlada desde un computador central.

Frente a este resurgimiento del racismo discriminador, en el mismo seno de quienes fueron sus víctimas por varios siglos, debe haber una reacción firme. El aislamiento del régimen israelita es la sanción que merece el horror desatado contra el pueblo palestino.

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