miércoles, 10 de diciembre de 2008

BLOQUE NORTEAMERICANO CONTRA NICARAGUA NO INTIMIDA A GOBIERNO SANDINISTA


Suspensión de ayuda de EEUU a Nicaragua no intimidará a gobierno sandinista
Por: Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) Fecha de publicación: 27/11/08


Managua, 27 Nov. ABN.- Distintas personalidades de Nicaragua, desde magistrados, funcionarios públicos hasta medios de prensa, coincidieron este miércoles en afirmar que la suspensión de la ayuda económica estadounidense a Nicaragua no intimidará al gobierno del presidente Daniel Ortega.“No creo que la congelación (de la llamada Cuenta Reto del Milenio) tenga un efecto intimidatorio sobre el gobierno sandinista”, aseveró este miércoles el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Rafael Solís, en declaraciones a la televisión local.En términos parecidos se expresó el secretario político del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Managua, Edgardo Cuarezma, quien recalcó que la decisión de Washington obedece a un plan de la derecha internacional dirigido a derrocar a Ortega, reseñó Prensa LatinaIgualmente, Cuarezma lamentó que algunos sectores de la oposición nicaragüense hayan expresado su complacencia con la decisión estadounidense de congelar fondos millonarios que estaban destinados a combatir la pobreza en el país centroamericano.
Para el director del Fondo de Inversión Social de Emergencia y ex alcalde de Matagalpa, Nelson Artola, se trata de un injerencismo burdo.La Voz del Sandinismo, portal web de noticias nicaragüenses, aseguró por su parte, “que la actitud de la Casa Blanca, a través de la Cuenta Reto del Milenio, no por esperada deja de ser siniestra: intentar amedrentarnos, arrodillarnos y someternos”.En un editorial publicado este miércoles, ese portal electrónico advierte además que “Nicaragua victoriosa ni se vende ni se rinde”.“De manera cínica e injerencista, tal como nos tiene acostumbrados, el desprestigiado régimen de George W. Bush, da sus últimos zarpazos, no de tigre sino de gato herido; recurriendo a un tipo de bloqueo económico que ya conocemos desde la década de los 80”, reza parte de la nota de La Voz del Sandinismo.
Por su parte, la noche del miércoles el vicecanciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, calificó de chantaje la postura asumida por Washington.El funcionario aseguró además que la decisión estadounidense “no va a mover la voluntad férrea de nuestro gobierno de seguir con su vocación de soberanía”.La suspensión de la ayuda económica fue anunciada ayer por Estados Unidos, que utilizó como pretexto la crisis política que vive el país centroamericano a raíz de los recientes comicios municipales, cuyos resultados favorecieron abrumadoramente al FSLN.La negativa de la oposición a aceptar la derrota derivó en violentos choques callejeros entre sandinistas y liberales, los que además buscan ahora anular las elecciones a través de la Asamblea Nacional.La Cuenta Reto del Milenio tiene como objetivo aumentar los ingresos y reducir la pobreza en los departamentos de León y Chinandega por medio del crecimiento económico. Es un programa de 5 años que se ejecuta gracias a una donación de 175 millones de dólares, del Gobierno y pueblo de los Estados Unidos a través de la Corporación Reto del Milenio (MCC).
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Comite Distrital ee Villa El Salvador
Partido Socialista Revolucioanrio

OBAMA O EL IMPERIO /Romel Ali Rodriguez


Obama o el Imperio
Por: Romel Alí Rodríguez Z



El Sr. Barack Obama ganó la elección presidencial de los EEUU, un hombre de color que está obligado por su propia situación de clase discriminada, ahondar en su lucha por la justicia social. Ahora el problema que se le presenta es de orden político estructural por cuanto no se trata simplemente de su intención de mejorar la relación interna de su país, ni tampoco la de buscar mejorar su imagen de País invasor, por una de mayor contribución a la estabilización por la paz mundial, sino se trata de su lucha inicial de imponerse a la orientación de la política que el Departamento de Estado, antes de ganar ya le tenía definida, recordando al respecto que hasta el momento este ha sido el órgano principal de diseñarle esa política tanto a liberales como a demócratas. Por supuesto que en esas decisiones políticas intervienen un grupo de magnates y grandes consorcios industriales, incluyendo en estos los que manejan la política de guerra y la industria militar. Luchar contra el establishment, que tiene por defensores de una ideología a una clase que se considera “Supremacía Blanca”, no es nada fácil, y es allí donde Obama tiene que hilar muy fino, tiene que cuidarse porque así lo demuestra la historia norteamericana con aquellos gobernantes o líderes que han tratado de insurgir con algunos proyectos o ideas de justicia social, las consecuencias han sido negativas, sólo por mencionar dos casos emblemáticos, el asesinato de Jhon F. Kennedy y la vil muerte de Martin Luther King.
En otras palabras, tiene que cuidarse de sus propios potenciales enemigos internos para que se mantenga la esperanza en el seno de su propio pueblo. Sin embargo, se hace necesario reconocer que con Obama como Presidente, no sólo se tienen grandes expectativas a lo interno de la sociedad norteamericana, sino que también muchos países esperan grandes cambios en la política del gobierno de los EEUU, incluyendo los países que han sido victimas de guerras injustificadas. Las relaciones de gobierno del País del norte con respecto a Centro América y América Latina en general, en los últimos cincuenta años, por no decir más, han sido de invasiones, intervenciones, saqueos, explotación y expoliación, ahora el momento geopolítico es otro, los países del caribe y América del sur desde hace diez años han venido despertando del letargo en que se encontraban sumisos, inspirados por supuesto en ese pensamiento uniforme de nuestros libertadores y guerreros que lucharon por la patria, por la verdadera libertad y por los ideales más nobles a favor de pueblos enteros, basta con mencionar algunos pocos como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, José Martí , Artigas, Sandino, Emiliano Zapata y el Che Guevara. Hoy más que nunca son varios los países que buscan la verdadera integración por una mejor relación de intercambio con base a las fortalezas que cada uno tiene, se trata de aupar el desarrollo integracional de los pueblos, esto no lo detiene nadie y es allí donde el imperio tiene que reconocer esta gran verdad, oír a ese pueblo que anda por las calles con un slogan que dice que: “Alerta, alerta, que la espada de Bolívar camina por América Latina”. Esta realidad tiene que ser tomada en cuenta por los asesores de Obama, para que pueda existir una relación de respeto y de no ingerencia en nuestros países.
Al respecto tampoco debemos hacernos muchas ilusiones, sino estar pendientes del rumbo que tome el nuevo gobierno norteamericano y del movimiento que realicen sus títeres y pitiyanquis latinos bajo la orientación de las diferentes embajadas con el accionar de la CIA, en cada uno de los países de Centro América y América del Sur, recordando que es el imperio el que se mueve para intentar mantener su status y su dominación.
De allí el problema que está por dilucidarse, o es el imperio el que se impone a través de su departamento de Estado sobre el nuevo mandatario, o es Obama, quien con su criterio personal intentaría hacer por lo menos justicia a su clase social y con respecto al resto de la América pudiera estar desarrollando una política de más acercamiento y menos tensiones. En todo caso la América Latina no puede estar sujeta a los vaivenes de un imperio, porque imperio es imperio y como tal este seguirá actuando independientemente de la persona que ocupe la Casa Blanca, sea este demócrata o liberal.
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Comite Distrital de Villa El Salvador
Partidon Socialista Revolucionario

100 AÑOS DE IMPERIALISMO I / Pedro Rodriguez rojas


Desde Theodore Roosevelt a George Bush 100 años de imperialismo norteamericano (I)
Por: Pedro Rodríguez Rojas Fecha de publicación: 09/12/08


El accionar del imperialismo en Venezuela, América y el tercer mundo comienza desde el siglo XV cuando fuimos colonizados por los europeos y pasamos a formar parte de la periferia del capitalismo mundial como suministradores de materia prima. A pesar de los procesos de independencia no hay la menor duda de que continuamos en la órbita de dependencia y de neocoloniales con respecto a los principales centros hegemónicos del capitalismo en el siglo XIX, en lo económico con respecto a Inglaterra y en segundo plano con Alemania y en lo político y cultural con respecto a España y en mayor grado con respecto a Francia. Desde los primeros bancos e industrias, pasando por líneas férreas y navieras, empresas de servicio y de comercio eran capitales fundamentalmente ingleses y alemanes. Igualmente los políticos e intelectuales que hicieron posible las nuevas repúblicas lo hicieron trasladando las principales constituciones, formas de gobiernos y universidades provenientes de la Europa Occidental. Pero desde finales del siglo XIX surge el Imperio Norteamericano con su expansión sobre el territorio cubano y puertorriqueño a partir de la guerra con España de 1898. Ya antes, desde apenas la cuarta década del siglo pasado Estado Unidos se había apropiado de buena parte del territorio mexicano.

El término que mejor define la política exterior norteamericana es la agresión, desde su nacimiento como país soberano (1776) ha demostrado una profunda vocación expansionista, evidenciada durante los gobiernos de Tomás Jefferson, pero que tendría una mayor definición en la presidencia de James Monroe con su famosa doctrina “América para los Americanos”, o lo que es mejor decir “América para los norteamericanos”. Si bien el siglo XIX es tiempo de consolidación de la economía norteamericana y de su política interna (guerra de secesión, 1861 – 65), esto no los aisló de su ideal expansionista, que ya se había manifestado sobre Luisiana y la Florida, pero que se profundiza con la anexión de los hasta entonces estados mexicanos de Texas y California (ricos en minerales como el petróleo).
Fue nuestro Simón Bolívar quien con mayor visión se percató de esta agresiva política exterior norteamericana, puesta de manifiesto fundamentalmente en los preparativos del Congreso de Panamá en 1826, con la idea de consolidar la integración de los países recién liberados del dominio español sin involucrar a los EEUU en dicho Congreso. El boicot norteamericano estuvo claramente presente en la derrota de este plan integracionista latinoamericano. En 1829 es aún más clara la percepción de Bolívar sobre el país del norte cuando señalo: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar a la América de hambre y miseria en nombre de la libertad” Precisamente la mayor desviación de este proyecto fue la constitución del Panamericanismo en 1890.
Las mayores muestras de agresiones continuas y de carácter brutal por parte del gobierno norteamericano se producen desde 1898 con la guerra contra España, cuando los Estados Unidos se posesionan de los codiciados territorio Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Wuam comenzando así su expansión extracontinental, sobre todo su interés en la “apertura” comercial Asiática. Luego vendría la política del “Gran Garrote” de Teodoro Roosvelt (1901 – 1909) y la historia de las invasiones en Cuba, Panamá, Honduras, Haití, Nicaragua, Santo Domingo, separación de Panamá de Colombia, agresiones que solo fueron disminuidas con el crac económico de los años 30. Al tiempo que se producían intervenciones militares, los Estados Unidos habían consolidado su poder económico sobre la zona: el poder del dólar. En aquellos países donde no intervino militarmente (como Venezuela); brindó “apoyo” a los gobiernos que representaban seguridad para sus inversiones.

Tanto la crisis económica de los años 30 como el enfrentamiento al nazifacismo (1933 – 45) hicieron replegar la política intervencionista norteamericana, pero el comienzo de la Guerra Fría permitió a los Estados Unidos consolidar su presencia en regiones hasta entonces inaccesibles, como las zonas petroleras del Medio Oriente. El dominio económico de los Estados Unidos se expande por todo el mundo, sus capitales y compañías levantan a Europa y Asia destruidas por la guerra y penetran en los países subdesarrollados, ya no sólo en los de América Latina. Pero la expansión económica y política norteamericana se vio frenada por el auge del socialismo que dominaba ya no solo en Europa del Este, sino también en la China, Yugoslavia y fue expandiendo su órbita sobre pequeñas naciones que habían sido víctimas de los grandes imperios occidentales.

Al tiempo que los Estados Unidos expandían sus políticas a través de la utilización de organismos internacionales aparentemente neutrales (FMI, BM, OEA, TIAR, OTAN, ONU) que han representado históricamente sus intereses, se inició una política internacional de favorecer a los “gobiernos fuertes” de marcada tendencia anticomunista, manifiesta en el auge de los gobiernos dictatoriales no sólo en América Latina (1948 – 57) sino en el resto del tercer mundo: Invade Guatemala en 1954 y 1965, presiona contra la revolución Boliviana de 1952, así como se involucra en la caída de Perón en Argentina y Vargas en Brasil, de Medina y luego Rómulo Gallegos en Venezuela, interviene en los conflictos de Corea y de Vietnam donde es, por primera vez en su historia, aplastantemente derrotado.

En el Medio Oriente, hasta 1951, en el único país donde los EEUU no tenían participación era Irán, controlado cien por ciento por los ingleses. Después de la Segunda Guerra Mundial, además del debilitamiento inglés, existen otros factores por lo cual el Medio Oriente se convierte en determinante en la política exterior norteamericana; primero, en su política de defensa ante la amenaza de expansión del comunismo, para lo cual se lanza la “Doctrina Truman”, segundo, por la situación de dependencia en la que se coloca EEUU a partir del año en que se convierte en principal importador de petróleo, situación que aumenta el peso de los EEUU, la población de origen judío fue lo que justificó su decidido apoyo a la creación y mantenimiento del Estado de Israel. En pro de estos intereses los EEUU llegaron hasta intervenir militarmente cuando consideraron algún peligro: Así dieron su aprobación al desplazamiento violento de los palestinos de sus territorios, en 1949 intervienen directamente en un golpe de Estado contra Siria y junto a Inglaterra contra el Líbano y Jordania, en 1958, motivados por el miedo a las repercusiones en esos países de la revolución iraquí. Pero su acción militar más importante fue el derrumbamiento de Mossadeh en Irán en 1954, donde la participación de la CIA fue decisiva. En 1955, en el contexto de la guerra fría, Inglaterra y EEUU establecen el acuerdo de Bagdad, acuerdo militar de la región para la “mutua defensa” ante posibles agresiones, era una extensión más de la OTAN, como lo fue el TIAR en América Latina para enfrentar el comunismo y a los movimientos nacionalistas.

Regresando a Latinoamérica, desde 1959 con la revolución cubana surge lo que desde entonces ha sido el obstáculo más grande en la política exterior norteamericana en sus relaciones con la región. El comunismo en su propio continente, en un territorio que al igual que Puerto Rico habían considerado de su dominio natural. Además, junto a la revolución cubana se había producido el auge de los movimientos insubordinados en muchos países de América Latina. Todo esto se producía, además, en el comienzo de una profunda recesión de las economías hegemónicas capitalistas aunado a la crisis energética de los 70, que a su vez generó una profundización de los movimientos nacionalistas y tercermundistas a escala mundial a los que tuvo que enfrentar la “diplomacia” norteamericana. Esta política norteamericana contribuyó, en buena parte, al retorno de las dictaduras cuya agresividad más palpable ocurrió en Chile con la caída del gobierno socialista de Allende. 1979 es un año realmente terrible para la política exterior norteamericana, cuando se producen revoluciones socialistas en Granada y Nicaragua, así como la revolución islámica y la caída del Sha en Irán, país que había sido uno de los principales aliados norteamericano en el Medio Oriente.

Al contrario de lo que muchos ingenuamente pensaban, las guerras y cualquier manifestación de violencia no han sido socavadas después del fin de la guerra fría. Por el contrario hay quienes opinan que existía mayor grado de “estabilidad política” cuando prevalecían los dos grandes bloques del occidente capitalista Vs. el oriente comunista. Hoy hasta quienes celebraron la caída de la Unión Soviética y el auge del proceso globalizador están reflexionando sobre las consecuencias de estos sucesos y sus repercusiones en el mundo actual. Los cambios ocurridos con el derrumbamiento soviético; el fin de la Guerra Fría posibilitó el surgimiento de los Estados Unidos como máxima potencia mundial. Ante el debilitamiento soviético los Estados Unidos intervienen militarmente y derrumban el gobierno socialista de Granada (1987) y luego el derrocamiento del presidente de Panamá Manuel Noriega en 1989, que estaba claramente influido por la resistencia – aun latente- de entregar el canal en 1999 y luego su participación fue evidente en el desplazamiento de los Sandinistas de Nicaragua. Como habíamos señalado en la primera parte, la última intervención militar en América se había producido contra Guatemala en 1965, luego vendría el fracaso aplastante de Vietnam. En estos años la política exterior norteamericana se hiso muy pragmática, salvo en el caso cubano, los intereses políticos pasaron a un segundo plano, a pesar de la permanencia del comunismo en China se silenciaron los ataques contra este país y por el contrario se profundizó las relaciones económicas. En el caso de Rusia no hay la menor duda que la reelección de Yelsin, frente a la amenaza que representaban los comunistas y los ultra nacionalistas, tuvo en el apoyo norteamericano un importante aval. Los Estados Unidos ahora jerarquizan sus intervenciones en aquellas regiones o naciones que representan un significativo interés.

La primera invasión sobre Iraq (1991) se encierra en el contexto que hemos señalado, las agresiones norteamericanas hacia esa nación hubieran sido imposibles con la existencia de la URSS, también sería ingenuo pensar que las mismas tuvieron como causa la defensa de la democracia y la soberanía de Kuwait – que nunca las ha tenido- o la defensa de las minorías étnicas, como los kurdos, cuyo problema, por cierto, fue creado por los propios países occidentales y que hoy no solamente atañen a Irak. Tan ingenuo es convertir a Hussein en un Satán como hacerlo un héroe, eso no es lo que nos debe interesar, pero lo cierto es que es una lucha en extremo desigual que solo pretendía garantizar el control norteamericano sobre el 70% de las reservas petroleras del mundo ubicadas en el Medio Oriente. Los gobiernos de Kuwait y Arabia Saudita e Israel le son ya incondicionales a EEUU pero no así el resto de la región.
La Paz Americana que se quiso imponer en la región, ha sido debilitada fundamentalmente por el antiarabismo de Israel, pero más aún por la profundización de los movimientos nacionalistas y concretamente del fundamentalismo islámico, que amenazan con convertirse en el obstáculo mayor de tan añorada globalización. Las agresiones a Irak, el intento de bloquear a Irán y Libia (Ley de Amato), no son solo medidas coyunturales con intereses electorales, esto va mucho más allá, los Estados Unidos se han percatado del inminente peligro que representa la inestabilidad de esta zona para su futuro. La adversidad de esta región hacia occidente está siendo alimentada tanto por la intolerancia de Israel como la de los EEUU.

En el contexto de una supuesta globalización es la imposición y la intolerancia lo que predomina, para ello los EEUU utilizan a los organismos internacionales, aparentemente “neutrales”, para enmascarar sus propios intereses, como si hubieran sido hechos bajo el consenso de todas las naciones del mundo y para el bienestar general. Se imponen modelos de economías abiertas cuando ellos aplican el proteccionismo, hablan de un mundo entre iguales y de democracias liberales cuando rechazan al inmigrante del sur, intervienen directamente en los problemas internos de otras naciones y apoyan gobiernos dictatoriales pero con economías de mercado.

Así tenemos que frente al tratado de libre comercio con México, su población es cada vez más rechazada en territorio norteamericano. En Colombia, ante una aparente lucha contra las drogas, ha intervenido directamente en la política interna de ese país, cuando todos sabemos que la principal causa del crecimiento del comercio de la droga está en el creciente consumo de los países desarrollados, especialmente el norteamericano. Los EEUU no intervinieron directamente en la desintegración y matanza de los pobladores de la exyugoslavia, cuya desintegración le es más bien favorable, no lo hicieron frente al apartheid sudafricano, en las matanzas en Ruanda, Somalia, tampoco ante las cruentas dictaduras de Pinochet en Chile o la de Corea del Sur, las cuales por el contrario se convirtieron en importantes socios económicos para EEUU.

En relación a Cuba, los EEUU vienen cometiendo – a nuestro modo de ver- sus más grave error (junto a los del Medio Oriente) no solo por la injusta profundización del bloqueo con la Ley Helms – Burton, sino que es tanto la intolerancia demostrada y la prepotencia al tratar de imponer una legislación a todo el mundo, que le ha producido un bumerang político, al ser rechazado a nivel internacional y producir por efectos indirectos un sentimiento de solidaridad hacia la nación cubana, al tiempo que ha despertado sentimientos de aversión hacia el gobierno norteamericano. Igualmente esta ocurriendo con las continuas agresiones hacia Irak, que han producido todo tipo de reacción adversa.

En 1997, luego de una profunda indiferencia en su primer periodo gubernamental el presidente Clinton realizó una visita a Latinoamérica para tratar de reconquistar espacios perdidos, no solamente en nuestro continente sino en todo el mundo la política exterior norteamericana manifiesta preocupación por el avance geopolítico de Europa (especialmente Francia) y la expansión económica de Asia. Concretamente en Venezuela llego a bendecir la política económica de Caldera y Teodoro Petkoff de “La Agenda Venezuela “y sobretodo la plena apertura (mejor decir entrega) petrolera.
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Comite Distrital de Villa El Salvador
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